LA BELLA Y CULTA CIUDAD DE SALAMANCA NOS ESPERA
Te quise hasta la entraña de mi hondura;
con dolor; sin retorno; a puro llanto;
con cariño optimista y con dulzura.
Significaste, Salamanca, tanto...
que amándote hasta el fin, en mi locura,
como Madre y Mujer, te hice mi canto.
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